guía para no quebrar en el intento
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El viaje del emprendedor es un camino largo, empieza desde varias edades, puntos geográficos, situaciones emocionales y capacidades económicas de las personas. Algunas veces inicia por necesidad de supervivencia y otras por que la necesidad es simplemente el reconocimiento o legado.
No hay edad ni receta perfecta, pero si hay metodologías para que le proceso de emprendimiento y la metamorfosis y evolución del emprendedor sea un viaje cargado de experiencias, aprendizaje y satisfacciones en lugar de problemas personales y hasta quiebras financieras.
Revisamos entonces algunas características de cada rol que definen en la práctica al camino del emprendimiento de un profesional, iniciando como un independiente en libre ejercicio, una empresa o hasta un inversor.
1. Motivos para emprender
Una vez que una persona realiza una actividad profesional ya sea usando sus habilidades, formación técnica o grado universitario, va encontrando un camino o carrera. Uno de esos caminos es la carrera corporativa y otro es el emprendimiento. Ningún éxito profesional inhibe el deseo de emprender, más bien se relaciona con la búsqueda de un rumbo complementario o uno nuevo.
En varios casos y cuando el profesional ya ha desarrollado una carrera por algún tiempo y más allá de la necesidad de cubrir necesidades financieras o de obtener una mejor situación económica o social, existen algunos aspectos que son especialmente recurrentes en los emprendedores que son profesionales:
- El primero es la especialización, es decir cuando accede a un área de conocimiento específica en la que puede cobrar bien y obtener tiempo como un beneficio adicional.
- El segundo es la capacidad comercial, que se da cuando los vendedores o consultores expertos de una industria adquieren un portafolio de clientes y una relación con los proveedores que le permiten conectar la oferta y la demanda.
- El tercero es la necesidad de cambio, ese cambio puede ser un giro de industria o hasta de actividad. Normalmente va relaciona con la profesión, rol en la organización, edad, capacidades físicas y situación económica o social.
- Por último, cuando existe un excedente de capital y acceso a viajes, marcas, franquicias y a emprendedores innovadores, se invierte capital en nuevos negocios como parte de la búsqueda de estabilidad y trascendencia.
Detallaremos nuestra publicación en el mismo orden en que Robert Kiyosaki describe los roles del emprendedor.
2. Los profesionales independientes
Existen varias profesiones que pueden ser muy rentables al abrir un consultorio u oficina de proyectos, se puede incluso vivir para siempre de la práctica profesional en este formato si así fuera el caso.
El problema de este formato de trabajo es la dependencia de ingresos directamente relacionada con el tiempo que dedica el profesional, eso se traduce en la falta de descanso, casi inexistencia de vacaciones y la caducidad del emprendimiento una vez que el profesional muere o se retira de la actividad.
Esto sin importar el volumen de facturación ni la cantidad de empleados o clientes que tenga.
Además no se puede vender, heredar o transferir a menos que se cree una marca personal y toda una estructura casi empresarial. El máximo de duración de un nombre comercial de este tipo es de dos generaciones, y ese es un caso muy común en profesionales independientes y su decendencia.
En etapas tempranas del emprendimiento de un profesional o en una etapa de madurez que incluya empresas estables, lo ideal es hacer esta actividad como una complementaria y enfocada en el desarrollo tanto profesional como económico.
Desde el punto de vista empresarial se requiere crear una marca, logotipo, imagen gráfica, estilo, valores, objetivos y procesos. Eso convierte a un nombre comercial en una marca.
3.- Transición a empresa
Luego de que una “marca personal” se transforma en una “empresa unipersonal” gracias a la preparación que sufre al crear un modelo de negocio entorno a ella, es decir, crear una identidad corporativa, procesos y tecnología ; se puede y es un punto adecuado para acceder al proceso legal que la transforman en una empresa real.
De acuerdo a la legislación de cada país o estado existen varios tipos de empresas y su proceso de creación y constitución varía en cuanto a tipos y capital. La empresa ya tiene por definición socios que tienen “partes de la empresa” en forma de acciones o participaciones que pueden entrar al mercado de valores y por tanto ser vendidas, cedidas o heredadas.
El valor de las empresas y sus “acciones y/o participaciones ” varía con el tiempo debido a los resultados de su operación y perspectivas de ganancias futuras.
Así mismo crecen las responsabilidades y cambian las actividades que sus fundadores hacen en el tiempo y también evolucionan las capacidades y destrezas administrativas, financieras y empresariales de los socios, fruto del propio proceso de madurez de la organización.
4.- Conocimientos y Habilidades
Dentro de los conocimientos y las destrezas que va a obtener el emprendedor están:
- Finanzas para prepararse a emprender:
- Finanzas, Balances, Contabilidad
- Métodos de ahorro
- Sistema financiero y préstamos para empresas
- Manejo de impuestos
- Formación de patrimonio
- Hipotecas
- Herencias y Legados
- Industria y oferta inmobiliaria
- Marco Legal (Derecho Societario)
- Mercado de valores
- Acciones, participaciones,
- Aumentos de capital, cesiones, fusiones
Material de apoyo y Cursos relacionados:
Curso acerca de la Industria Inmobiliaria
Curso acerca del Sistema Financiero
Es por tanto que si la empresa prospera, rápidamente el profesional convertido en empresario dará un vistazo al entorno entre sus proveedores, competencia, partners y descubrirá otros modelos de negocio complementarios o que le parecen atractivos.
En algunos casos y dada su experiencia en crear y hacer crecer su primera empresa se verá tentado a invertir en la creación de una nueva o a involucrarse en una que ya existe. Eso justamente es la Inversión como modelo de emprendimiento.
5. Inversionista, la transición final.
El rol del inversionista puede darse creando empresas o invirtiendo en la existentes.
Ya se en orden de la misma industria de formación del inversionista o en otras verticales de distinta índole, es posible hacerlo en los siguientes niveles recomendables:
- Franquicias: comerciales, de servicios y alimenticias.
- Startups: con carácter tecnológico y con potencial de enorme crecimiento.
- Pymes: empresas pequeñas y medianas.
- Industrias: empresas establecidas de retail, minería, alimentos, inmobiliaria, hotelería, etc.
- Consorcios o U.T.E : asociaciones o Uniones Temporales de Empresas para proyectos específicos.
- Inversiones público – privadas: en caso de empresas de composición mixta con empresas del gobierno.
- Portafolio de acciones: disponible en el mercado de valores.
Este proceso descrito genera dos grandes mundos corporativos, el de crear empresas y el de negociarlas. El primer modelo, el de crearlas crea en su entorno ecosistemas de cada industria y el segundo termina en los operadores de mercado de valores como las bolsas de Nueva York o Frankfurt, y que dividen sus verticales o grupos de tipos de acciones en indicadores como el Dow Jones, Nasdaq o SP 500 por ejemplo.
Otra forma de convertirse en inversionista a gran escala es el manejo profesional y como modelo de negocio, de portafolios de inversión, es decir compra y venta de acciones o empresas.
Eso se hace tanto con capital propio como por medio de la recolección de capital semilla de otras empresas o personas. Es lo que hacen los famosos operadores de bolsa de Wall Street o el multimillonario Warren Buffet en su empresa .
5. Invitación
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Saludos
Carlos A. Miranda